Buscar este blog

lunes, 4 de julio de 2011

Se vale decir que no

Por Daniela Stphanie Cárdenas Torres

"En términos legales, un hombre es culpable cuando viola los derechos de otros. En ética, lo es sólo con que piense hacerlo." Kant

Todos podemos recordar a nuestras mamas o las clases en la escuela que hablaban de los valores, diciéndonos que debemos ser honestos, respetuosos, justos y responsables; claro nos ponían ejemplos muy sencillos, como que si te encontraste el lápiz de tu compañero en el piso lo devolvieras, que si había honores a la bandera la saludáramos adecuadamente y así una serie de ejemplos que como niños se nos hacía absurdo y hasta molesto tener que estar escuchando a la maestra o a nuestra mamá diciéndonos qué hacer. Nunca pensamos que todo eso se convertiría en las principales herramientas que como seres humanos tenemos para la vida, por supuesto que ahora los ejemplos se vuelven más complejos y nos ponen en un dilema.

Y ustedes se preguntarán cómo está relacionado esto con los temas contables, pues muy sencillo, cuantas veces no hemos revisado los estados financieros de empresas las cuales tienen algunas discrepancias, o trabajamos con empresas fraudulentas y no hacemos nada, más que quedarnos callados. -Un fraude es sinónimo de estafa, ya que es un delito contra el patrimonio o propiedad, es en pocas palabras robar. Y el papel de nosotros como guardianes de los estados financieros es hacer saber a los demás de lo que está sucediendo con la empresa, para que los usuarios de ellos puedan tomar decisiones acertadas y que no afecten a ciertas personas con los robos. Si nosotros no queremos trabajar con la empresa fraudulenta, existe un instrumento del cual todos disponemos y el cual a muchas personas les es tan difícil pronunciar o hacer saber el “NO”; no te acepto como cliente, aunque seas una entrada de dinero, ahora que el tiempo de crisis lleva años sin huir de nuestras vidas, NO aunque me des más trabajo futuro, NO a pesar de que necesito trabajo.

Debemos remontarnos a nuestro pasado, cuando nos recordaban a cada segundo lo que eran los valores, y así aplicarlo en nuestra vida diaria como contadores, no debemos olvidarnos de quien somos y si se nos olvida, si se apodera la necesidad y el poder de nosotros, hay que limpiar nuestras bases y pulirlas, para así servir con el ejemplo a nuestros hijos, familia, amigos y compañeros de trabajo. No olvidemos nuestros valores y la importancia de ellos, tarde o temprano recibirás un premio por ello.

La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho. Marco Tulio Cicerón

No hay comentarios:

Publicar un comentario